Ecologìa Cristiana, paise de bosque tropical y una familia observando

🎙️ Episodio 3: ¿A Dios le importa la tierra? Bioética y ecología cristiana

Ecología Cristiana: una fe que cuida la tierra

¿Qué pasa cuando nuestros hijos nos hacen preguntas difíciles sobre el mundo? En un episodio reciente del podcast de Bioética Cristiana, exploramos un caso conmovedor: un niño deja de comer carne tras ver el sufrimiento animal y se pregunta si Dios realmente se preocupa por los animales. Su inquietud lo lleva incluso a considerar unirse a un grupo de jóvenes ateos que promueven los derechos de los animales. ¿Cómo responde la fe cristiana ante esto?

“El Señor es bueno con todos, y tiene compasión de toda su creación.”— Salmo 145:9 (NVI)

La ecología cristiana nos recuerda que la Biblia no comienza con un dilema ético humano, sino con un jardín: un mundo bueno, fértil y lleno de vida. Dios pone al ser humano en el Edén como cuidador, no como dueño absoluto. Este mandato original define nuestra relación con la creación: somos mayordomos, responsables de proteger, cultivar y honrar lo que Dios ha hecho.

En el episodio, abordamos cómo la bioética cristiana debe expandirse más allá del laboratorio o la clínica. También debemos preguntarnos: ¿cómo usamos la energía? ¿Cómo tratamos a los animales? ¿Cómo cultivamos nuestros alimentos? Estas preguntas son parte integral de una ecología cristiana que busca vivir en coherencia con nuestra fe y con el Evangelio que reconcilia no solo al ser humano, sino a toda la creación.

La crisis ecológica no es una realidad neutral. Afecta con más fuerza a las comunidades más pobres, muchas de ellas en América Latina. Por eso, la justicia ambiental no es una causa ideológica, sino una urgencia ética y espiritual. Cuidar el agua, reducir el consumo innecesario, y apoyar economías locales son actos de amor al prójimo y de obediencia a Dios.

La ecología cristiana no copia el ecologismo secular, pero tampoco lo rechaza por defecto. Recupera nuestra vocación original de cultivar el jardín de Dios. El Evangelio no termina con un cielo abstracto, sino con un cielo nuevo y una tierra nueva. El mundo no será descartado, sino restaurado.

En resumen, este episodio nos invita a formar una ética ecológica desde la compasión, la esperanza y la coherencia cristiana. Porque cuidar la creación no es opcional. Es parte del discipulado. Te invitamos a escucharlo y a compartirlo en tu comunidad. Y si deseas profundizar más en este tema, visita nuestra sección de justicia ambiental.

🎧 Escucha el episodio completo en Spotify o directamente en bioetica.net.

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